En la Fundación Niños de María, ayudamos a cambiar vidas con la educación. Nuestra escuela no es solo para aprender, es un lugar donde cada niño se siente cuidado y querido. Ofrecemos enseñanzas académicas y también aprendizajes para la vida que ayudan a los niños a prepararse para el futuro.
Reconocemos la importancia del desarrollo emocional y personal. Por ello, implementamos programas que fortalecen la autoestima, promueven la resiliencia y fomentan habilidades sociales. A través de actividades como el arte, la música y el deporte, estimulamos la creatividad y la expresión personal, componentes clave para un desarrollo sano y feliz.
Nuestra labor va más allá de las aulas. Nos involucramos activamente en el bienestar de las familias de nuestros estudiantes. Ofrecemos talleres y asesoramiento para los padres, ayudándoles a crear un entorno familiar estable y amoroso. Creemos que un hogar sólido es la base para el éxito de cualquier niño.
Somos un pilar en nuestra comunidad. Realizamos visitas domiciliarias y mantenemos un diálogo abierto con los vecinos y familiares. Esta cercanía nos permite entender mejor las necesidades individuales de cada niño y familia, y adaptar nuestra ayuda de manera efectiva.
Donar ahoraCelebración culinaria que, durante tres años, ha reunido a más de 4000 personas anualmente, con la participación de embajadas que comparten gastronomía global. Los fondos recaudados aseguran que 20 nuevos estudiantes puedan disfrutar de una educación integral, salud y nutrición durante un año completo.
Escuela de formación deportiva de 3 disciplinas (taekwondo, atletismo y natación) en donde desarrollamos las habilidades de 60 niños, consiguiendo que se dediquen al deporte y evitando que salgan a las calles caigan en las drogas o alcohol.
Evento anual en donde nuestros niños compiten en 3 disciplinas (taekwondo, atletismo y natación) con otros niños de diferentes colegios, probando así sus habilidades deportivas y fortaleciendo su autoestima.
Una respuesta a la inseguridad alimentaria que afecta a numerosos miembros de nuestra comunidad. Proporcionamos una comida diaria equilibrada a 40 personas durante los 365 días del año, apoyando a adolescentes embarazadas, huérfanos y ancianos, estableciendo un refugio nutritivo y fomentando lazos comunitarios.
Desafiamos la pobreza estructural con un enfoque práctico y sostenible. Mediante la creación de proyectos que reutilizan y transforman elementos reciclables protegiendo el medio ambiente, sino que también ofrecemos empleo digno y formación a madres solteras, cultivando independencia y fortaleciendo la comunidad.